No me gusta la playa. Bueno, a ver, claro que me gusta la idea de la playa: la brisa, el susurro de las olas, el sol calentándote el alma, el agua salada, las rocas suavizadas por algas. ¿A quién no iba a gustarle esto? Lo que no me gusta es la realidad de las playas … Continúa leyendo El amor es un puñado de conchas del verano pasado.